Un regalo de la Naturaleza

 

Los árboles pierden sus colores, el verde y el café se llenan del negro y anaranjado cobrizo de las mariposas.

  • Mariposa Monarca

De otoño a invierno las mariposas se instalan en el país, hasta el 21 de marzo que se van a otras tierras

GUADALAJARA, JALISCO.- Una vez al año la línea limítrofe entre el Estado de México y Michoacán se visten de gala y color para dar cabida a la llegada de la Mariposa Monarca en el sitio que esta especie ha elegido desde hace varias décadas para inmigrar.

Procedentes del Norte de Estados Unidos y Canadá, esta de por sí hermosa especie de mariposas emprende su viaje y comienza la aventura turística para los amantes de la Naturaleza.

A mediados del mes de octubre la travesía de los millones de ejemplares se empieza a notar en los bosques de Oyamel, principal flora establecida en la reserva natural que comprende diferentes municipios tanto del Estado de México como de Michoacán. Entre ellos, Donato Guerra y Villa Allende, ambos mexiquenses, mientras que los municipios michoacanos que albergan los santuarios son: Contepec, Senguio, Angangueo, Zitácuaro y Ocampo, entre otros.

En primera instancia, habrá que destacar que estas reservas de por sí son bellas. Sus paisajes extraordinarios cubiertos por grandes árboles de Oyamel, que además se recubren de Pino, Encino y Cedro principalmente. Esta reserva toma color durante este periodo del año, de octubre a marzo, cuando la pintoresca especie de mariposa Monarca hace su llegada.

El espectáculo es impresionante. Los troncos de los árboles de gran altura se cubren de los 150 a 300 millones de mariposas que visten con ese característico color anaranjado cobrizo que tiene las Monarcas, creando a la par una experiencia multisensorial.

La protección que se les brinda a las mariposas de esta especie, ha convertido a la reserva en santuarios delimitados para que los visitantes puedan arribar para ver el espectáculo.

Los oriundos de la zona se ofrecen en su mayoría a brindar recorridos guiados, una ventaja para el turista para conocer a fondo la forma en que viven las mariposas durante la temporada, y a la par brindar una estancia plena y segura a los millones de ejemplares que hibernan en sus santuarios.

El espectáculo natural abrió desde hace años la oportunidad de convertir este sitio en uno de los lugares turísticos naturales más visitados en México. Cada año acuden miles de visitantes a apreciar la concentración de Monarcas, cuya mejor época de visita es precisamente a mediados de febrero y principios de marzo, cuando las mariposas han llegado en su totalidad y se disponen a emprender de nuevo el regreso.

Los santuarios son varios. En Michoacán existen cinco, de los cuales sólo dos se abren al público: el de la Sierra Chincua y el del Rosario, ubicados en los municipios de Angangueo y Ocampo, respectivamente. En ambos se pueden hacer recorridos ya sea a pie o a caballo, pero siempre respetando las normas y reglas que las autoridades han puesto para proteger estos lugares.

De paso

En medio de los santuarios michoacanos antes mencionados, existe la población de Angangueo, un lugar que anteriormente fue una villa minera con gran producción económica gracias a la explotación de plata.

El pueblo hoy parece haber quedado atrapado en el tiempo y se convierte en un plus en la visita de los turistas, pues ofrece una arquitectura popular y religiosa que vale la pena disfrutar.

En Sierra La Mesa

De los santuarios que existen en el Estado de México, el de La Mesa es uno de los sitios en cuestión turística mejor acondicionados.

Ubicado en el municipio de San José del Rincón, este lugar además de proporcionar la vista de los millones de mariposas, ofrece opciones para pernoctar, comer y seguir admirando las vistas espectaculares que ofrecen los insectos mediante un mirador acondicionado específicamente para ello.

TOMA NOTA
Cómo llegar

Ya sea vía aérea o terrestre, actualmente, y más aún en las fechas de diciembre a mediados de marzo, las empresas turísticas ofrecen singulares y atractivos paquetes para visitar estos santuarios.

Si deseas manejar hasta este lugar, desde Morelia por la carretera de cobro México-Morelia-Guadalajara, se recorre el camino hasta Maravatío, ahí se toma la carretera hacia Áporo, que entronca entre las poblaciones de Angangueo y Ocampo. Angangueo se encuentra a cinco minutos y Ocampo a 10 del entronque.

Consejos

* Llegar temprano, porque lo más impactante es ver a las mariposas en vuelo y éstas sólo lo hacen cuando hay Sol. Al llegar temprano se tienen más oportunidades de momentos con luz, pues como los santuarios están en zona montañosa, el clima es muy variable y a menudo se nubla desde las primeras horas del día, principalmente al inicio de la temporada. Los santuarios están abiertos de 9:00 a 17:00 horas.

* Los santuarios no están pavimentados y a veces el camino es lodoso. De preferencia hay que llevar botas especiales para terrenos agrestes.

* Los bosques de la Monarca son muy fríos, no hay que olvidar llevar ropa abrigadora.

* Si se padecen afecciones cardiacas, se recomienda acudir al médico antes de la visita a los santuarios, pues debido a la altura de la reserva sobre el nivel del mar, el cuerpo siente cansancio al menor esfuerzo, de manera que el ascenso puede ser exhaustivo para personas con problemas del corazón.

* Hay acceso hasta el área de estacionamientos, apto para vehículos de suspensión alta, pues parte del camino es en zona agreste. El transporte público para El Rosario se ofrece con camiones de redilas que salen desde Ocampo y recorren los 12 kilómetros de brecha hasta el estacionamiento. En Sierra Chincua es más fácil llegar con vehículo propio y el polvo es menor que en el caso de El Rosario.

* Contrario a lo que pudiera pensarse, pese a la altura y el frío de las montañas, es conveniente llevar protección contra los rayos ultravioletas.

LA MONARQUÍA CANARIA